¿Que tal si bailamos?
Imagina el salón
a media luz,
Tú y yo abrazados,
atrapados piel con piel,
fundidos en la melodía de un tango.
Tu mano frenética,
tu mirada perpetua,
mis suspiros que se escapan entre labios
mientras hacemos piruetas
al compás del bandoneón.
Un corte, un giro, otro corte,
te respiro, te absorbo hasta el fin.