Estoy tejiendo historias para que las escuches con el corazón, para que emerjas de las aguas dulces coronada de mar pacíficos, detonando los colores de tu esencia. Te he visto en un sueño. Volabas abrazada a un cóndor bajo la luna menguante. Sonreías, lúcida y valiente. En mi sueño eras libre. No cubrías carencias, no te doblegabas ante la furia que tallaba sombras violáceas en tus mejillas. Creo en ti, creo en la fuerza volcánica de tu espíritu, en la luz de tu alma viajera. Levántate, vive y sueña.