Nada como tú. Crezco como madreselva cuando tus labios contornean mis pechos lanzando petardos libidos sobre los pistilos. Ya te conocía, aún cuando eras la mitad perdida te disfracé con otros rostros y momentos. He amado tú corazón irremediablemente, sabiendo que algún día podía encontrarlo en alguna duna del desierto, en las sendas del Himalaya o en el camino de los cerezos de Ogi. Nada como tú, que tienes esa valentía suicida de amarme.
Bello amiga!!!! Buen trabajo! Besos
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Gracias Kirenia por el apoyo. Eso me da ánimo para continuar. Besos!! 😘
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